
Es una pregunta que nos hacen con frecuencia, con el propósito de seleccionar la zona de hospedaje. Pero no es algo que se responda con facilidad.
La Habana es una ciudad extensa y carece de lo que en otras se denomina “downtown”, o área urbana relativamente caminable en que se concentran instituciones, hoteles, servicios, centros culturales o de distracción.
El “centro de la ciudad” varía en el tiempo, se mueve a la par que la urbe crece y aparecen nuevos barrios hacia los que se desplazan los puntos de interés o algunos de ellos, dispersándose.
El crecimiento de La Habana tuvo altibajos, pero en tendencia fue acelerado y sus barrios se extendieron cada vez más alejados del puerto, su zona fundacional.
Si bien ya en el siglo XVII algunos pobladores se instalaron fuera de los límites de la ciudad, es en el XVIII que se produce el “desbordamiento” del recinto amurallado. Nuevas construcciones surgen extramuros y la población se radica siguiendo el curso de los caminos que comunicaban con comarcas vecinas.
En 1863 se inició la demolición de la muralla, de la que solo se han conservado pequeños tramos. Su desaparición permitió enlazar de forma dinámica la ciudad vieja con la cada vez más extensa ciudad de extramuros.
En la zona del litoral, a mediados del siglo XIX las construcciones llegaron hasta lo que hoy es la calle Belascoaín, en el municipio de Centro Habana. Desde 1859 se inició la aprobación gradual de los proyectos de barrios que en la actualidad hacen parte del Vedado.
Durante la pasada centuria - XX - la ciudad alcanzó sus dimensiones actuales. A lo largo de la línea costera, desde las llamadas playas del este hasta el barrio de Santafé, al oeste, se extiende por alrededor de 40 km. Y desde la costa hacia el sur, tierra adentro, abraza en forma irregular unos 20 km.
La Habana “intramuros”, es decir, la Habana Vieja, fue el centro político – administrativo y comercial indiscutido hasta el siglo XIX. Pero ya en los años 40 del siglo XX el establecimiento de importantes tiendas y otras actividades económicas hicieron de las calles San Rafael y Galiano, Municipio de Centro Habana, la zona comercial más visitada.
Si bien en la década del 50 el sector antes mencionado mantuvo su alto perfil, el Vedado y áreas aledañas que integran el actual Municipio Plaza de la Revolución vieron llegar su hora. El proyecto de construcción de la Plaza Cívica, derivada en Plaza de la Revolución, ubicó en esta parte de la ciudad el centro político del país.
Así, Plaza de la Revolución – Vedado acogieron desde entonces las más importantes instituciones gubernamentales. Modernos hoteles, edificios de oficinas, restaurantes, bares, cines, teatros y otros centros culturales hicieron del Vedado el moderno y funcional centro de la ciudad. En los años 50 y 60 el Vedado se consolida como el ámbito por excelencia de la cultura y una de sus principales avenidas, la calle 23, en su segmento de La Rampa, llegó a ser considerada el “nuevo centro cosmopolita de La Habana”.
La Habana Vieja parecía olvidada. La recuerdo a fines de los años 60 y aún en los 70 en estado deplorable. Tantos edificios en ruinas y calles en penumbras hacían impensable que resurgiera de sus cenizas. Pero el milagro se hizo y en 1982 la UNESCO la declaraba “Patrimonio de la Humanidad”, un merecido reconocimiento a la ya importante obra de restauración urbana, social y cultural de la Oficina del Historiador de La Habana, a cargo de Eusebio Leal Spengler, el más apasionado defensor de nuestra urbe.
El renacer de la Habana Vieja, centro histórico y cultural que deslumbra al viajero, la permanencia del Vedado como barrio moderno y cultural, con un sinnúmero de edificaciones de alto valor urbanístico e histórico, ambas zonas enlazadas por el Malecón y numerosas calles y avenidas que atraviesan el Municipio Centro Habana, que sirve de enlace, nos permite asumir que La Habana no tiene un downtown, pero sí un EJE CENTRAL, por llamarlo de alguna forma.
Es decir, en nuestros días el EJE CENTRAL de la ciudad sería:
La Habana Vieja, recostada sobre la bahía – el municipio Centro Habana, área intermedia de enlace – El Vedado y sus extensiones en Plaza de la Revolución.

EJE Central de La Habana
Al este, oeste y sur de este EJE CENTRAL la ciudad discurre por muchos kilómetros.

El EJE CENTRAL de la Habana cuenta con una especie de espina dorsal, la Avenida del Puerto y el Malecón, vías que sumadas llegan a cerca de 9 km y que ofrecen la posibilidad de moverse en un vehículo, de un extremo al otro, en menos de 15 minutos. No son pocos los que caminan los 7 km del Malecón, desde el Castillo de la Punta, en la boca de entrada de la bahía, donde comienza, hasta el torreón de La Chorrera, donde termina, a la altura del túnel que nos llevaría al barrio de Miramar.

Según lo expuesto, las tres opciones de alojamiento más frecuentemente escogidas por los visitantes son: La Habana Vieja, Centro Habana, Vedado.
Alojarse en La Habana Vieja es estar en la misma zona histórica, conviviendo con museos, edificios históricos y algunas calles que ya tienen casi 500 años (en 2019 se celebran los 500 años de la ciudad). Su área restaurada crece por días y es hermosa. Esta zona de la ciudad siempre está llena, abarrotada de turistas. Tiene gran densidad de población y los edificios en general están construidos pared contra pared, es una zona bulliciosa, de constante ir y venir. De noche la Habana Vieja tiende a languidecer y solo quedan animadas algunas plazas y cafés frecuentadas por turistas.
Alojarse en Centro Habana facilita los desplazamientos, aunque muchos lo eviten pues excepto en sitios puntuales cercanos al Prado o al Malecón, no es una zona de altos valores históricos o urbanísticos y presenta visible deterioro en muchas edificaciones y calles. También es un área densamente poblada, bulliciosa. Excepto espacios específicos como la Casa de la Música, no hay movida cultural o recreativa nocturna de significación.
Alojarse en el Vedado es estar de frente al mar. Barrio abierto al Malecón que acapara la mayor extensión de este paseo marítimo. Aunque existen en él algunas casonas del siglo XIX, es esencialmente un barrio que muestra todos los estilos arquitectónicos del siglo XX y, sobre todo, del llamado modernismo arquitectónico cubano. Zona muy arbolada y con hermosas avenidas como la de Paseo o de los Presidentes. Concentra una buena parte de los hoteles, oficinas de turismo, de líneas aéreas, restaurantes, bares, teatros y cines de la ciudad. Para los cubanos, es el barrio de la movida nocturna.

La Avenida del Puerto, bordeando el canal de entrada de la bahía

El Castillo de la Punta, sitio de encuentro de la Avenida del Puerto con el Malecón

El Malecón en Centro Habana

El Malecón adentrándose en el Vedado

Anochecer en el Vedado, los pescadores arriban al Malecón